
TRAS BAMBALINAS. El hartazgo
Por Jorge Octavio Ochoa. A poco más de un año de que se realice una de las contiendas electorales más delicadas en la historia del país, es un hecho que la tensión y la violencia política se dibujan en el horizonte.
Las teorías de conspiración, sublevación y sabotaje, lanzadas por el mismísimo presidente de la República, pululan y están en operación. Son parte de la estrategia de Morena para enfrentar a una oposición que, dicho sea de paso, no muestra nada, pero se les necesita.
Sea como sea, ambos bandos, según se ve, están dispuestos a llevar la sangre al río, y a echar mano de todas las mañas que han aprendido en su paso por el gobierno, pero ahora acompañados por el crimen organizado.
LA GUERRA SUCIA
Así, la confrontación está en espera de la primera chispa. El epicentro de la conflagración, curiosamente, no está en el Estado de México ni en Coahuila, donde habrá elecciones este año. Será esta vez la Ciudad de México.
Unos y otros están dispuestos a todo, echando mano a las peores mañas de sus años en el poder como PRD, PAN, PRI, MORENA. El primer cedazo estará en los dos comicios señalados. De los resultados, se verá hasta dónde escala la reacción.
Guerra Sucia y Montaje, son las dos nuevas expresiones que se suman al vocabulario de este año. Junto con estas, menudearán las denuncias anónimas, la aparición de propaganda subversiva y los mensajes intimidantes.
Sin embargo, por el momento, la máxima expresión de Guerra Sucia y Montaje que podemos destacar en estas horas, es el Plan B que pretende imponer el presidente López Obrador bajo argumentos absolutamente falsos y tramposos.
Es increíble que sea el propio titular del Ejecutivo federal, el principal instigador de esta violencia verbal que ya permea por todos los frentes. Poco le importa que haya sangre. Es la disputa del poder por el poder.
Sus seguidores hablan desde ahora, de una supuesta “Guerra Sucia”, porque “descubren” (y aún no se ha comprobado el origen) unos volantes de propaganda en contra de Claudia Sheinbaum, favorita del presidente. Pero no les parece “SUCIO” el Plan B del mandatario.
Para que la sociedad pueda contrastar el tamaño de la suciedad y lo monstruoso de las enmiendas electorales que están a punto de entrar en juego si la Suprema Corte no las frena, destacaremos sólo algunos puntos:
1.- Serán despedidos más de 2 mil 700 trabajadores del INE en todo el país, que se han especializado en el manejo electoral de la información e incluso tomaron cursos para ello. Es el punto más grave de la iniciativa presidencial.
2.- Para suplantar a estos trabajadores y representaciones del INE, el gobierno de López Obrador piensa instalar oficinas en instituciones de gobierno, para expedir desde ahí la credencial para votar con foto.
Será Gobernación quien, tácitamente, controle nuevamente el proceso. No hay, por tanto, garantía ni seguridad en el uso de datos personales que entrarían nuevamente al limbo del uso político-policiaco, que ellos llamarán ahora “inteligencia militar”
3.- Proponen “facilitar” el voto en el extranjero, con documento “alterno” a la credencial de elector. No serán las autoridades electorales quienes lo regulen. Será el gobierno federal, a través de Gobernación, como en los tiempos de Bartlett pues.
4.- El Plan B permitirá no sólo que los candidatos y partidos rebasen los topes de campaña; tampoco tendrán que informar de sus gastos de precampaña. El dinero sucio podrá fluir sin rubor alguno.
5.- Con la Nueva Ley de Comunicación, los funcionarios de los tres niveles de gobierno y de todas las dependencias podrán hablar libremente de sus preferencias, sin que esto se considere un delito electoral, como actualmente está configurado.
Así, incluso días previos a la elección, un gobierno federal, estatal o municipal podrá realizar actos inaugurales para presumir obras y proyectos que catapulten a determinado partido político y realizar gastos y concentraciones para dichos eventos.
Ese es el tamaño del monstruo que pretende imponer a los mexicanos el actual mandatario.
LA MENTIRA
Bajo el burdo pretexto de la “austeridad”, López Obrador ha iniciado esta andanada, aunque en los hechos él no practica ni de lejos esa política, e incluso permite abiertamente la corrupción, como puede verse en la cuenta pública del INSABI del 2020.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió ese año, un enorme boquete de 8 mil millones de pesos sin comprobar, luego de la pandemia del Covid19, cuando supuestamente compró ventiladores que no llegaron a todos los estados o no servían.
Recuérdese que uno de los involucrados en este asunto es el hijo de Bartlett quien, a través de una de sus empresas, vendió a sobre precio y a destiempo, ventiladores al IMSS para atender la emergencia sanitaria.
Aunque se comprobaron todas las irregularidades, que partieron de información falsa presentada por la empresa de Bartlett, un tribunal suspendió la sanción con argumentos “leguleyos”, como diría el propio López Obrador.
El hecho es que 650 ventiladores no fueron entregados el 30 de abril del 2020, que era la fecha tope del contrato. El costo para el erario fue superior a los 920 millones de pesos. El tema fue sepultado por el régimen.
Además, el INSABI no comprobó gastos en insumos para atender a los enfermos de Covid, ni para la distribución de material médico. Pero, como para el presidente “La ley no es la ley”, la dependencia nunca respondió los requerimientos de la ASF.
EL CINISMO
Pero eso sí, el Presidente y su partido han arrancado, desde estos días, la promoción de sus “corcholatas” a través de sus gobernadores lo que, a todas luces, parece promoción anticipada.
Abiertamente, Mario Delgado envió una carta, el 14 de enero, a los gobernadores emanados de su partido, a los que pidió fortalecer la presencia de los señalados por el señor del Palacio Nacional; dígase “Las Corcholatas”, en abierta prostitución de la política.
Luego, como queriendo salvar un poco la honra, abrió la puerta de última hora a Ricardo Monreal, que fue añadido a regañadientes; después a Fernández Noroña, quien casi casi entró por la puerta del baño.
Lo que antes hacía el PRI en lo oscurito, Morena lo hizo con luces y sonido: el Secretario de Gobernación (una de las Corcholatas) reunió a los gobernadores de Morena y al presidente y la secretaria de ese partido: Mario Delgado y Citlalli Hernández.
Ahí fue donde se les pidió a todos los gobernadores “fortalecer” la presencia de los señalados por el señor. Actos anticipados de campaña: ¡dos años antes de que siquiera empiece la campaña! Ese es el tamaño de la trampa.
LO QUE VIENE
La semana pasada, la Suprema Corte (esa de la que tanto se queja AMLO) aprobó una enmienda que permite a los militares realizar detenciones o capturas, sin la obligación de avisar a mando policial civil alguno.
Si de pronto usted es sorprendido realizando algún acto que les parezca sabotaje, como los del Metro, podrá ser detenido. Y su paradero podría quedar en la secrecía hasta que los militares decidan cuando avisar a los familiares.
Está, además en marcha, un proceso de ideologización que muchos no han querido ver. El presidente López Obrador permitió la contratación del venezolano Sady Arturo Loaiza Escalona, subdirector en la SEP desde enero del año pasado.
Él encabeza, junto con Marx Arriaga Navarro, el rediseño y contenido de los libros de texto y materiales pedagógicos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México. Ellos realizarán “cambios de fondo” en la estructura y materiales de primaria y secundaria.
Plantean eliminar conceptos como “eficiencia”, “competitividad”, “productividad” y “sociedad del conocimiento” porque, dicen, son conceptos “neoliberales”. Él gana 28 mil pesos al mes por sembrar estas teorías.
Fue funcionario activo del actual presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, en la Biblioteca Nacional de Venezuela del 24 de noviembre de 2014 al 1 de septiembre de 2018. La biblioteca está adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura
Loaiza Escalona también fue director general de proyectos especiales del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales del gobierno de Venezuela. Podemos entender entonces el corte de su enseñanza.
Si la sociedad mexicana ve ahora estas alertas, después le sobrarán décadas para arrepentirse. Sea como sea, así como en el 2018, el hartazgo será lo que defina al ganador. La diferencia serán los niveles de violencia. No habrá quien la pueda o quiera parar.