Modelo educativo surge como solución a la pandemia

 

• Escuelas de bajo costo captan estudiantes de familias que se vieron afectadas por la cancelación de clases presenciales

• Una franja de escuelas privadas se posicionó como opción para no perder el ciclo con educación de calidad, aseguran especialistas

La crisis sanitaria global por el COVID-19 puso al descubierto una serie de fallas y deficiencias del sistema educativo nacional. Al hablar de las escuelas que forman parte del sistema público de educación, la especialista en educación, Norma Morales, sostuvo que en este contexto quedó en evidencia que no están listas para atender con la calidad necesaria la gran demanda que se incrementó con la cancelación de las clases presenciales ante el riesgo de contagios masivos.

De acuerdo con Norma Morales, la Secretaría de Educación Pública (SEP) puso énfasis en lograr la mayor cobertura con estos convenios anunciados con las grandes televisoras, sin embargo, consideró que es una cobertura lograda en el papel, ya que en la vida real hay un abanico de situaciones que impiden que el aprendizaje por esta vía y en estas circunstancias, sea un aprendizaje efectivo y de calidad.

En este sentido, señaló que sin las condiciones necesarias para impartir una educación de calidad, podría haber generaciones enteras de alumnos afectados y por lo menos un ciclo perdido, por lo que inevitablemente, tendría que venir un periodo remedial para subsanar el bache generado por la incapacidad de proveer una educación sólida y efectiva en medio de estas circunstancias.

El caso de las escuelas privadas también es de destacarse, pues ante la situación inédita generada por la pandemia, muchas familias vieron afectados sus ingresos y tuvieron que tomar decisiones drásticas y repentinas, en muchos casos renunciando a la educación particular, engrosando la matrícula de las escuelas públicas de gobierno, lo que puso en jaque la continuidad de varias escuelas privadas.

De acuerdo con Jessica Rosales, empresaria del ramo educativo con base en el Estado de México, hoy es una realidad que varias escuelas privadas ven en riesgo su continuidad ante la incertidumbre generada por la reducción en su matrícula.

No obstante, indicó, no se puede reprochar a las familias tomar este tipo de decisiones, pues son movimientos que de algún modo garantizan la funcionalidad operativa de su economía y el día a día de muchas familias mexicanas.

Así, sin una educación pública de calidad y con varios grupos de escuelas particulares en jaque, existe una franja de escuelas de bajo costo que están capitalizando esta situación, pues de acuerdo con Jessica Rosales, las escuelas particulares de costos más elevados, si bien proporcionan educación de cierto nivel, también cumplen la función de satisfacer una necesidad de estatus, de pertenecer, por parte alumnos y sus familias acostumbradas a cierto nivel de vida.

Y aunque no se puede generalizar, subrayó, es también un hecho, que las escuelas privadas con costos más bajos y sistemas probados y establecidos, que vienen operando de tiempo atrás con varios años y generaciones de experiencia, son una opción que en este momento garantiza el nivel de educación que el sistema público no puede proveer, poniendo al alcance y de forma accesible, una educación de calidad que está ayudando en este momento a muchas familias a hacer frente a esta situación.

Así que hay varios puntos que convergen en esta franja, si bien estas escuelas representan una opción educativa para familias de estratos socioeconómicos más elevados, también son una buena opción para los hijos de familias de bajos ingresos, y son ellos en realidad, quienes están obteniendo, una educación, un producto, de mayor calidad por el precio que están pagando.

En el caso de las familias que provienen de estratos más elevados y que se guían más por el estatus y un estilo de vida más marcado hacia clases socioeconómicas de mayores ingresos, estas escuelas son una opción real en este momento para acceder a una educación de calidad, que les permita salvar el ciclo escolar y estabilizar la economía, mientras se recupera la certidumbre y la solidez financiera perdida.

De acuerdo con Jessica Rosales, esta franja de escuelas privadas que están con colegiaturas en el rango de entre 2 mil y 4 mil pesos, como es el caso del Centro de Estudios Cuicalli y de otras escuelas que pertenecen a este Grupo, son ejemplos de instituciones que en estos momentos pueden ofertar una educación lo mismo virtual y a distancia, que presencial, con los elementos necesarios para tener acceso a un sistema educativo completo, y que en su momento, se pueda regresar de forma presencial a un plantel con condiciones de sanidad donde se dé prioridad a la cultura de la prevención, sanitización y sana distancia, en ambientes controlados para mantenerse alerta en el marco de la crisis sanitaria.

Por su parte el catedrático Yudier Fonseca, dijo que los ingresos no deben ser una limitante para acceder a este tipo de educación. En estos momentos hay instituciones educativas que de forma empática y humana, ponen al alcance de las familias educación con una calidad por encima del precio pagado, con aprendizaje presencial y virtual comprensible, con asesorías directas y personalizadas, que es precisamente el punto débil del sistema de educación pública del país.

En tiempos de crisis, en que los rechazados de las diferentes escuelas públicas de calidad, necesitan tener una escuela para no perder el ciclo escolar, lo importante es tener un lugar en el sistema educativo, para que cuando el semáforo esté en verde, el regreso a las clases presenciales garantice la continuidad educativa en un ambiente seguro y con educación de calidad, indicó.

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