TRAS BAMBALINAS. Morena, el principio de la fractura

Por JORGE OCTAVIO OCHOA. Algunos piensan que el caso Hugo Buentello Carbonell, marca el punto de ruptura entre los sexenios de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo.

La detención del que fuera subdirector de operaciones de Liconsa, el pasado 17 de abril, envuelve una de las noticias más impactantes de los últimos tiempos, porque coloca al ex presidente definitivamente contra la pared.

Este caso, junto con el del buque “Torm Agnes”, vinculan a AMLO con hechos que, como él mismo dijo alguna vez, debió estar enterado, por el nivel de corrupción que alcanzó a los tres niveles de gobierno.

Entre julio de 2019 y febrero de 2021, Hugo Buentello Carbonell firmó un contrato por 86 millones de pesos, para el abasto de 50 mil bolsas de leche en polvo que nunca se entregaron o no se sabe a dónde fueron a parar.

Algo parecido a lo que ocurrió entre 1989 y 1990, con el robo de leche en polvo procedente de Irlanda, que estaba contaminada con uranio, y la compra de maíz amarillo para consumo humano, pese a ser alimento para puercos.

En ambos casos, estuvo relacionado Ignacio Ovalle Fernández, primero como director de Conasupo, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; después en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).

En el 2022, Ignacio Ovalle Fernández fue removido y designado coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed), adscrito a la Secretaría de Gobernación.

Así López Obrador dio protección, al que fuera su maestro y primer jefe en su carrera como funcionario público y lo exoneró de la manera más burda que se tenga memoria.

Dijo que Ovalle “se confío” y cometió el error de llamar a participar a gente con malos antecedentes; a corruptos. Y lo engañaron e hicieron compras con empresarios corruptos, pagando a sobreprecio.

Lo curioso es que, en el caso Hugo Buentello Carbonell, también hay un hilo que conecta con el sexenio de Salinas de Gortari, pues su hermano Carlos Buentello, estuvo involucrado en un fraude por mil millones de pesos. No fue encarcelado.

Sólo se supo que el fraude se realizó a través de la Arrendadora Financiera Havre, de la cual Carlos Buentello Carbonell fue director, según datos de la Fiscalía General de la República, antes PGR, que llevó el caso.

Ahora Hugo, también está involucrado en hechos ocurridos en el 2019, cuando la empresa “ILAS”, fue acusada por la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda (UIF), de participar en una red de lavado de dinero.

Al igual que su hermano Carlos, él gozó de impunidad, pues todavía durante el sexenio de López Obrador, la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), le otorgó contratos a una empresa de la que fue socio.

Hugo Buentello ha sido dueño del 50% de las acciones de Industrias Wohl, empresa propietaria de la marca “Grava y Arena”, misma que surtió de inmobiliario urbano en obras públicas realizadas en Tabasco, Campeche y Quintana Roo.

La SEDATU, entonces encabezada por Román Meyer Falcón, impuso como proveedor de bancas y mesas de cemento a “Grava y Arena”, y todavía 10 días antes de dejar el cargo en Segalmex, obtuvo otro contrato.

También surtió de bancas y mobiliario urbano al tramo 1 del Malecón de Villahermosa, Tabasco. Sobre esta concesión, Román Meyer, hijo del historiador Lorenzo Meyer, nunca comentó nada.

Sea como sea, Industrias Wohl, tiene su domicilio fiscal en la calle Alejandro Dumas 24, Polanco, CDMX, donde se encuentra la tienda de muebles Pirwi, propiedad de Alejandro Castro Jiménez Labora.

Este último, es también uno de los proyectistas del Malecón de Villahermosa y amigo de “AndyLópez Beltrán, y ha obtenido contratos millonarios con la Comisión Nacional del Agua para un parque ecológico en Texcoco

Las empresas involucradas en ese negocio son: AZ Gerencia de Proyectos; Organismo Promotor Logístico y VEA Arquitectos. Las tres tienen la misma dirección en la calle Veracruz 69, Colonia Condesa, CDMX

Por todo esto, se piensa que la detención de Buentello es el inicio de la ruptura de Claudia Sheinbaum con el pasado reciente. Para consolidar esta percepción, destaca lo ocurrido con el alcalde de Matamoros, Alberto Granados Fávila.

Este fue detenido también el pasado 17 de abril, en Brownsville, Texas, interrogado durante 8 horas y retirada la visa junto con las de otras 7 personas. Extraoficialmente se supo que fue interrogado sobre temas de lavado de dinero

A esto hay que sumar el reciente ingreso de los Olascuaga, líderes de la Nueva Familia Michoacana, entre los más buscados por los Estados Unidos y el decomiso de ranchos y mansiones a El Fresa, en el Estado de México.

Para rematar, hay que destacar el reciente golpe al negocio ilícito del huachicol, que quedó al descubierto por todo el Golfo de México, y llegó hasta Guaymas, Sonora y Ensenada, Baja California.

Un negocio de 18 millones de litros de gasolina y diesel, vendido clandestinamente que, durante el sexenio de López Obrador, nadie vio, hasta ahora, que revienta como un escándalo transexenal.

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